ENTREVISTAS A JUGADORAS DE LA SELECCION ARGENTINA DE FÚTBOL FEMENINO

Página 12 - Sonia Santoro



Lo que sigue son fragmentos de entrevistas hechas por Adolfina Janson a jugadoras de la Selección Argentina de Fútbol Femenino.

  Una buena jugadora  "Lo que yo me fijo en un jugador, tanto hombre como mujer, al margen de que tenga cierta habilidad y cierta técnica, es que piense para jugar, que sepa distribuir el juego; esto me parece fundamental en cancha de 11'.

              La vocación "Me gusta, me encanta jugar a la pelota. Y aparte porque es una de las cosas que uno se puede dar el gusto de decir 'este tiempo libre', bueno, libre entre comillas, porque yo mucho tiempo no tengo, pero lo uso para hacer algo que a mí me gusta, que me puedo distraer de otras cosas. Es un lugar adonde voy y, como ya de si el fútbol es jugaren equipo, estoy en un grupo, en contacto conotras personas, sirve para descargar, para divertirse".

              Para todas no es lo mismo  “Tengo amigas en varios clubes. (Entre las que jugamos al fútbol hay dos grupos bien diferenciados mí: están las que van porque no tienen nada más que hacer y van a 'pavear", 'si juego, juego; si no juego, no juego, entreno así nomás'... Hay otro grupo, que son las menos, que aparte de ir por versión lo toman con responsabilidad y van y se matan entrenando o tratan de superarse o de aprender, sí, ésas son las menos".

 El cuerpo  "Uno cuando practica fútbol sabe que lógicamente va a desarrollar más los músculos de las piernas. Es decir, hay cambios entre una persona que entrena y se exige, y la que no. Desde ahí ya hay algunos cambios musculares que a mí me da lo mismo tener más músculo o no. En realidad juego porque me gusta, no porque se me marquen los músculos. Después lo otro que uno piensa (que siempre está el riesgo de sufrir alguna lesión... Así como hablábamos de los dirigentes y demás, que son malos, la mayoría de los árbitros que envían no son malos, son peores. Como consecuencia de esto hay partidos en los que se pega mucho y es como que está ese riesgo de que uno se puede llegar a lastimar pero, más allá de eso, si me tiran un pelotazo y tengo que poner la cabeza, la pongo".

           Los cabezazos  "La mayoría no sabe cabecear y no sabe porque no les enseñaron; y algunas no saben y no quieren saber porque no les gusta. Hay algunas chicas a las que no les gusta cabecear. Esto también se da en los hombres; se da en menor medida. A este nivel uno se puede dar el lujo de no cabecear si no quiere porque por ahí, si juega bien, no tienen otra para poner. El nivel de los hombres ya es más exigente y es como que si no cabecea es un jugador incompleto; por eso tiene que aprender a cabecear. En cuanto al pecho, yo jamás fui de correrme si viene un pelotazo. Si me tengo que comer un pelotazo y si me duele, que me duela. Yo cuando tuve al nene, a los 20 días que lo tuve empecé a jugar a la pelota y ya te daba pecho y todo. Uno no está pensando en eso".

          La sexualidad  "La mayoría de las chicas que jugamos a la pelota no nos pintamos, andamos de jogging, es verdad. Y lo mismo si estoy jugando y trabo fuerte la pelota con otra piba y ella me dice: 'Eh, che, no vayas tan fuerte', lo primero que contesta una es: 'Anda a jugar a las muñecas'. Es como que está eso también. Y es un código diferente dentro de lo que es el fútbol femenino, porque es así. O, por ejemplo, si alguien se pone pollera, se mueren todas de risa, por que es así. Son códigos dentro del fútbol femenino...".